
“A mi modo de ver, la eutanasia no es muy bonita que digamos. La esterilización es más ‘humana’, por así decirlo, y ese procedimiento está relacionado con la adopción. Dar en adopción a los perritos va de la mano con la tenencia responsable. En tema de costos es más barata la eutanasia. Porque para la esterilización hay que considerar la mano de obra, los productos que se utilizan y además hacer un control sanitario, para que esos perros no tengan las enfermedades con las que se encontraron -la mayoría tienen parásitos”, asegura el veterinario de la Universidad de Concepción Carlos Castro.
Pero según sostiene el profesional, el fondo del tema es netamente ético, ya que la decisión de elegir entre la eutanasia o la castración depende de cada dueño, aunque indicó que lo que se debe hacer es siempre optar por el bienestar del animal.
Pero el alto valor de la esterilización no es sólo un problema para los perros con dueños, sino también, y especialmente, para los canes vagos, porque ¿quién se haría cargo de costear esas operaciones?. Si bien es cierto, las agrupaciones pro animales, además de algunos municipios, hacen grandes esfuerzos, no es suficiente para la abarcar la población canina.
Además, castrar a los perros callejeros no implica que su calidad de vida mejore, sólo quita el factor reproductivo, pero quedan todos los demás: enfermedades, hambre y agresividad.
“Nosotros tenemos la convicción de que hay que salvar a los animales, incluso muchas veces los he traído a mi casa, pero queda un enorme porcentaje allá afuera, en la calle. ¿Y cómo están?, ¡mal!: enfermos, heridos, débiles, hambrientos, con garrapatas… muriéndose. Salvarlos es difícil, porque necesitan de un tratamiento largo, además de caro. Entonces la única salida que tienen esos perritos es morir”, explica Milagro Correa.
Pero dejar que un perro muera solo, con sufrimiento y dolor es igual de inhumano. “En estos casos creo que lo mejor es darles la eutanasia para que puedan descansar”, manifiesta la defensora de animales.
Esta opinión es compartida por muchas personas, quienes argumentan que es más insensible y menos ético dejar que los canes fallezcan solos en las calles, por lo que postulan a la eutanasia como el método que podría controlar la población de perros callejeros y de esta manera, darles una muerte sin sufrimiento.
Según explica Castro, este procedimiento debe realizarse de forma adecuada, de manera rápida y sin dolor, provocando un paro respiratorio o cardíaco que lleve al animal a la muerte. “Lo positivo de asistir a un perro en la muerte es que en ningún momento está solo y cuando ya se haya ido, será enterrado dignamente”.
Este último punto no es menor, dado que la mayoría de los perros vagos que mueren en la calle terminan en los vertederos municipales, con el resto de la basura domiciliaria. Entonces ¿no es menos inhumano ayudarlos a pasar esa etapa?.
A pesar de esto, siguen habiendo muchos detractores. El Senado envió hace un mes un proyecto sobre la tenencia responsable de mascotas, donde se dejó fuera a la polémica eutanasia.
Pero hasta que no aparezcan nuevas medidas que superen en eficacia y costos a la muerte asistida, seguirá ésta apareciendo como el mejor método para controlar la peligrosa e insalubre población canina, especialmente para aquellos que, por heridas graves o enfermedades, necesiten de ella.
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Sin duda este es un tema que puede transformse en un debate. Después de leer el reporyaje ¿qué opinan sobre este tema? Cualquier comentario es bien recibido.
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